Cuando los clientes evalúan un servicio o producto, contrastan el valor percibido con el precio. Por tanto, la clave es cómo dar valor para que el cliente elija nuestros productos o servicios. Pero ¿Cómo dar más valor a tus productos?
Estrategia de Storytelling para ayudar a los demás.
Rara es la ocasión en la que, al coincidir con amigos en común entre Hyenuk Chu y un servidor, no escucho comentarios del tipo: ¡Qué buena estrategia de storytelling creaste con Hyenuk!, lo que ha conseguido ayudar con ese vídeo es una brutalidad, ya le ha cambiado la vida por lo menos a 1 millón de personas… Sin embargo, cuando hablo con Hyenuk su respuesta es totalmente diferente: Algo más de un millón y subiendo, Alberto.
Así que hoy voy a desvelar la verdad de lo sucedido.
Es obvio que el mercado está en constante evolución y, a medida que las nuevas tecnologías igualan a las empresas, y las plataformas sociales nos acerca a todos los consumidores, la manera en que se diseñan y perciben las marcas ha cambiado en sus principios fundamentales. Ahora entendemos que el mayor indicador de compra es como nos sentimos con respecto a una marca.
Pero ¿cómo puedes hacer tu marca más cercana?
¿Sabías que los vídeos emocionales pueden llegar a ser una de las mejores estrategias de comunicación para tu empresa?
Piensa en Coca-Cola, Apple y otras grandes marcas multinacionales, no venden las características de sus productos o servicios. Además de vender, consiguen fidelizar a sus clientes y convertirlos en verdaderos amantes de su marca.
¿Cuál es su secreto? Los vídeos emocionales en los que el discurso de comunicación apunta a emociones, impacta y deja huella. Por ejemplo, Coca-Cola vende felicidad (no una bebida con gas con sabor a cola) y Apple innovación (no un teléfono móvil sin más).
Hay días en los que me levanto súper motivado, con ganas de hacer mil cosas, aportar mil ideas o ser más creativo pero me vengo abajo cuando veo que otra empresa que lleva menos tiempo que yo funcionando parece que ha llegado más lejos que yo, aparentemente. Igual no es ni de mi sector pero me da ese quemazón elegante en lo más profundo de mi alma porque tengo la sensación de que son más fuertes que yo empresarialmente y tengo la sensación de que están muy posicionados en el mercado. Igual me pasa cuando se trata de mis competidores o cuando doy a conocer mis servicios y me responden hablando de la competencia como referentes. ¡Me mata! Pero en realidad esto que me pasa por la cabeza, y quizás a ti también, tiene solución.
Una cosa es lo que uno imagina cuando quiere invertir en un video corporativo para dar a conocer su empresa y otra cosa es ponerse manos a la obra y lograrlo. Pero no te preocupes porque te voy a mostrarte cual es mi modus operandi para convertir empresas en referentes.
Segeda, la empresa para la que nada es imposible, así lo titulan en los medios de comunicación. Pero, ¿cómo conseguimos eso? Te lo cuento aquí.
Si hay algo que no soporto a nivel profesional es llegar tarde a una reunión. Pero hay algo que me molesta aún más y es tener que esperar. Para entender si esto sólo me pasa a mí o hay otras personas a las que también les fastidia he decidido hacer una pequeña investigación para averiguarlo. Ostras, no sólo me encontrado con que eso también saca de quicio a otros empresarios sino que también tenemos en común muchas más cosas que nos ponen de los nervios.
Me gustaría exponer todas pero creo que es mejor resumir. Así que me he quedado con 7 cosas que sacan de quicio a los gerentes de las empresas.
Si tienes un negocio o lo diriges lo más probable es que ya te hayas dado cuenta de que para ser un referente no basta con dejarte la piel trabajando mil horas. Seguro que en más de una ocasión te has preguntado qué errores de comunicación estás cometiendo a la hora de invertir en un vídeo o incluso por qué a otras empresas o proyectos, que no son mejores ni muy diferentes en lo que hacéis, ni tampoco invierten más que tú en comunicación o publicidad, les va tan bien y cada vez tienen más clientes fidelizados…
¿Por qué sucede?
Será que con la edad uno se da cuenta de más cosas o quizás desde que llegó internet la forma en la que nos comunicamos cambia continuamente. Lo que antes era normal ahora puede considerarse un insulto o viceversa.
Ahora más que nunca hay que andar con pies de plomo a la hora de contar historias.